TOP

Retos con esfuerzos

Que horrible es estar de exámenes. Te come el tiempo y las ganas de todo. En fin, es lo que toca. Pero, para variar, hoy no venimos a hablar de esto.

No, hoy venía pensando en otra cosa. Venía pensando en la motivación, en el seguir adelante, en el echar el resto, en darlo todo aunque no sepas que es lo que puede pasar.

Sinceramente, una de las cosas que más me encantan cuando juego a un videojuego, no es solo las secuencias que te dejan sin respiración, ni cuando pasa algo que te deja con la boca abierta y te rompe por completo. No, una de las cosas que más me gustan en la sensación de invencibilidad, de ser la ostia cuando triunfas. Esa sensación de triunfo te embarga por completo, y aunque sabes que es una tontería, que solo proviene de un videojuego y no deberías hacerle caso, no puedes evitar sentirte en la cima del mundo unos minutos.

En el Shadow of The Colossus cuando matas tu primero coloso, algunos juegos de Zelda cuando matas a Ganon (el jefe final del final del final del todo (si toca Ganon, claro. Con Vaati queda menos épico)), en Skyrim cuando matas al primer dragón (el primero solo, los demás no valen). Esa sensación momentánea de poder con todo. Y que además, se extiende a más cosas. Superar retos que creíamos difíciles, complicados, y luego sentirse capaz de enfrentarse a todo lo que nos echen encima. Hay retos que se hacen solo por ver si somos capaces, por ver hasta donde podemos llegar. Y que nos dan esa sensación como recompensa. Esto, en sí, ya es un motivo para hacer algo.

Hay otros problemas que los afrontamos sin ganas, sin ánimos, pero que los realizamos en busca de un bien mayor, en busca de algo mejor para nosotros en un futuro. Ahorros, esfuerzos, dejar de fumar, centrarse en los estudios... Son los retos más duros de afrontar, pero cuando miramos atrás, y vemos el camino recorrido, pensamos "mereció la pena". O al menos, esperamos hacerlo.

Y luego están los últimos (pero que yo creo que son los más importantes) retos: los que hacemos no por nosotros, sino por los demás. Los que llevamos a cabo para ayudar a nuestra familia, a nuestros amigos. Lo que hacemos para ellos... y por ellos. Podemos llevar a cabo proyectos, esfuerzos inmensos, que de otra manera no llevaríamos a cabo, solo por alguien que nos importa. No hablo sólo de echar una mano, o de hacer un favor. No, me refiero a algo más grande. Luchar contra una enfermedad, sobreponerse al dolor de una pérdida, mirar hacia delante cuando todo tu mundo se acaba de venir abajo (literalmente)... Retos que cuando se presentan, pueden llegar a un punto en el que nos sobrepasan, que no vemos la salida ni queremos seguir luchando. Que solo queremos dejarlo estar, porque no nos quedan fuerzas para luchar por nosotros mismos. Es en ese punto cuando miramos a nuestro alrededor, y vemos a las personas que nos importan. Personas que con sus acciones logran darnos fuerzas para seguir adelante. Para luchar por ellos. Para enfrentarse a la oscuridad que se cierne sobre cada uno, y resultar victorioso.

Desde aquí, desde este blog, quiero levantarme y brindar por esas personas que no nos dejan a solas en la oscuridad, por aquellas cuya luz y compañía nos hace de guía, por esas personas por las cuales somos capaces de enfrentarnos a todo.