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Unos vienen, otros van

Siento no haber escrito nada desde el miércoles. Por ello, estoy ahora mismo sentado en la cama, con la tablet a un lado y un teclado bluetooht "prestado" para escribir en ella. Tenia intención de escribirlo este fin de semana, pero al final la cosa se ha complicado un poco. Y de hecho, esta entrada va sobre esto.

Creo que llamar complicación a lo que estaba pasando esta semana en mi familia es frívolo, e injusto. Probablemente, simplemente leyendo el titulo de la entrada, os imaginareis de que va el tema. Este fin de semana, avisaron a mis padres (vivo en casa con mis padres y mi hermano) de que el ultimo hermano de mi abuelo se estaba muriendo, con fallos de riñón, y que por lo tanto, le quedaban horas.  Mis padres se fueron al día siguiente, a primera hora, y yo me quedé a cargo de la casa y de mi hermano. Escudarme en esto para decir que es la causa de que no he podido escribir es injusto, pero el hecho me recordó el fallecimiento de mi abuelo el año pasado, y no tuve ganas de escribir.

Hace 12 horas, se nos avisó de que definitivamente había fallecido Ramón García Díaz, por lo que mis padres dejaron todo atado, y se marcharon para el entierro. Me he quedado de nuevo a cargo de la casa y de mi hermano. Pero no es esto de lo que quería hablaros.

Quería contaros un poco lo que sentí yo al "asimilar" que no iba a volver a ver a mi abuelo. Hasta las dos últimas semanas, albergaba la esperanza de que se mejorase,  de que todo lo que pasaba fuese una pesadilla, o cualquier otra cosa que hiciese que mi abuelo no terminase muriendo. Pero, al final, pasó. Juanín García Díaz falleció el pasado 26 de marzo. Y con ello, vinieron las consecuencias.

Soy una persona que echa mucho la vista hacia atrás, y conforme algo cambio a mí alrededor, ese cambio suele reflejarse en mí, de una manera en otra. El hecho de asimilar la pérdida de mi abuelo... Fue terrible, la verdad. No me hacía la idea de que no volviese a verle, a hablar con él, a que me diese la chapa para que hiciese un poco más de ejercicio... Pensé en todas las cosas que el ya no vería, todas las historias que no me había contado.... En esta vida, solo hay una cosa que no podemos recuperar: el tiempo que no estuvismos con las personas que nos importan.

Lo pasé realmente mal con el tema de mi abuelo. Muy mal. Y si fui capaz de seguir adelante, fue por dos motivos: el apoyo de amigos y familia, y la "obligación" de seguir adelante, aunque solo fuese por aquellos que me estaban ayudando. En mi caso, más el de los amigos que el de la familia. Pero eso es así. Hay veces que la gente a la que queremos se va. Porque esa es la vida: tiene un tiempo aquí, y otro en el más allá, o lo que cada uno crea que hay después de la muerte. Sin embargo, eso no nos ayuda a suplir el vacío que nos dejan. Estas cosas son de las que el tiempo cura, y debemos dejar al tiempo actuar, y mientras tanto, seguir hacia adelante. Como podamos. Y en mi caso, ese como podamos fue tirando de amigos y familia para no quedarme atrás, para seguir girando con el mundo...

Sinceramente, creo que no me he expresado muy bien. Pero este tema me sigue tocando la fibra sensible, y no puedo evitar emocionarme al escribir estas palabras. Sin nada más que contaros, buenas noches. Otro día os traeré algo más alegre.

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